jueves, 21 de abril de 2011

Desastre.. ¿Natural?

La verdad en este caso sabemos que estos fenomenos son naturales claro esta pero son ocasionados por el mal cuidado del ser humano hacia el planeta la contaminacion del aire agua y entre otras afectan gravemente al planeta.

Lo sucedido en japon es una tragedia para todo mundo pero esto son las consecuencias de nuestros actos del el mal cuidado que le damos a nuestro planeta ¿demasiado tarde para reaccionar? una pregunta que cada uno se responde algo cierto el ser humano cambia cuando ya esta al tope pero ¿ya llegamos al tope? que mas necesitamos para cambiar un accidente peor lo unico que nos queda es tratar de salvar de cuidar mejor al planeta ya que es el medio donde nos desarrollamos ya que la causa de todos estos fenomenos naturales los provocamos nosotros.

Lo unico que nos queda es saber que tarde o temprano si seguimos de este modo el planeta se acabara muy pronto tanto en recursos renovables como en los no renovables es hora de hacer conciencia y pensar en nuestros hijos ¿les daremos un planeta desierto o uno con mucha vida?.

Los reactores solo es cuestion de tiempo para que puedan controlarlos pero nada se sabe no se puede asegurar nada lo unico que esto es consecuencia de los actos irracionales del ser humano, o tal vez empesar a usar nuevas formas de energia como la nuclear pero que daños nos haria este tipo de energia es lo que nadie se pone a pensar tan solo piensan en forma de hacer dinero cuando lo que deberia preocuparles es el bienestar de los seres humanos.

LOS REACTORES DE JAPON.

Una segunda explosión sacudió a la planta nuclear japonesa dañada por un terremoto, donde las autoridades trabajan de forma desesperada para evitar la fusión del núcleo de los reactores.

El terremoto más grande en los registros de Japón desactivó la refrigeración de apoyo de varios reactores afectados en una planta nuclear en la prefectura de Fukushima al norte de Tokio, lo que causó una acumulación de calor y presión.

Todo esto plantea una pregunta ¿qué pasa ahora en el núcleo de los reactores nucleares?

El núcleo de un reactor consiste en una serie de tubos o varillas metálicas de circonio que contienen pellets de combustible de uranio almacenado en los que ingenieros llaman equipos de combustible.

Se bombea agua entre las varillas para mantenerlas frescas y para crear el vapor que impulsa una turbina generadora de electricidad.

La refrigeración de apoyo tuvo problemas varias veces durante los últimos tres días en los reactores 1, 2 y 3 en la planta de Fukushima.

En el funcionamiento normal de un reactor, neutrones de energía alta del combustible de uranio golpean átomos y los rompen, en una reacción en cadena que genera calor, nuevos elementos radiactivos como estroncio y cesio, y nuevos neutrones que continúan el proceso.

La reacción en cadena se detuvo a pocos segundos del terremoto en todos los reactores nucleares en Japón, inclusive los más afectados, ya que se apagan automáticamente: barras de control hechas de boro se insertaron en el combustible, que absorbieron los neutrones.

Sin embargo la degradación natural de los materiales radiactivos en el núcleo del reactor continúa produciendo calor, llamado calor residual, que cae a un cuarto de su nivel original durante la primer hora, y luego desaparece más lentamente.

Normalmente ese calor es eliminado por bombas de refrigeración que en la planta de Fukushima perdieron el suministro de energía de emergencia a causa del terremoto, el tsunami o ambos.

Trabajadores de emergencia intentan refrigerar los núcleos del interior de los reactores y remover el calor residual con el bombeo de agua de mar al interior de estos. Agregaron ácido bórico al agua de mar para intentar detener las reacciones nucleares aun más, como medida adicional de precaución.

La refrigeración de los reactores es importante porque aunque se hayan detenido las reacciones en cadena, aun queda suficiente calor para fundir las varillas metálicas que rodean el combustible de uranio. Si estas se calientan lo suficiente, reaccionan químicamente con el agua que las rodea, lo que produce un gas de hidrógeno explosivo.

Fue ese gas de hidrógeno lo que causó las dos explosiones en la planta de Fukushima, en la unidad 1 el sábado y en el reactor 3 el lunes, según expertos y funcionarios.

Ingenieros intentaron ventilar el hidrógeno hacia la atmósfera, lo que también contribuyó a cierto grado de radiación local porque el gas contenía pequeñas cantidades de partículas radiactivas.

El núcleo del reactor está dentro de un espeso contenedor de acero, rodeado por una estructura de contención de hormigón. Alrededor del conjunto hay un edificio más abierto con una cobertura bastante delgada a la que no se le da una función estructural importante.

Las explosiones de hidrógeno sólo dañaron al edificio externo, que colapsó, no a las estructuras internas, según las autoridades.

Si se rompiera una cúpula de acero en el interior de un reactor, subirían los niveles de radiación. Pero a esta altura ya no hay suficiente calor como para destruirlas, dicen expertos.

Aun queda el riesgo de que se funda el núcleo, que es lo que ocurrió en Three Mile Island en Pennsylvania en 1979. En ese caso, el sitio sería sellado en forma permanente.

Chernobyl en 1986 fue una situación diferente donde las barras de control no lograron controlar la reacción de fisión en cadena, y esto llevó a explosiones que destruyeron el reactor, lo que derramó radiación que contaminó a Ucrania y Europa en el peor desastre civil en la historia mundial.

La información de última hora en Fukushima indica que cuatro de los seis reactores están tocados, algunos de forma muy grave. Los reactores 1, 2 y 3 tienen parte del núcleo al descubierto.

Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor.

Explosiones, fusiones parciales del núcleo, incendios, expulsión de partículas radiactivas a la atmósfera...

Los seis reactores que configuran la central japonesa, con graves problemas desde el terremoto del viernes, siguen su camino hacia la catástrofe nuclear. Y lo que muchos intentaban controlar se va de las manos.

La situación de los reactores es "gravísima". El reactor número 1, el primero que explotó, se encuentra sin refrigeración, se ha producido una fusión parcial del núcleo y su vasija está dañada.

El 2, uno de los más afectados, no tiene prácticamente refrigeración, mientras que su vasija de contención resultó dañada tras la explosión de hidrógeno que se produjo en la madrugada del martes. Los reactores 5 y 6 también viven problemas de refrigeración ya que la temperatura de sus piscinas se ha incrementado considerablemente, aunque se encuentra en niveles normales.

El 3, el más peligroso

Pero, sin lugar a dudas, el reactor más peligroso es el 3. Es el único de la planta en el que se utiliza plutonio, mucho más nocivo que el uranio. Dañado por una explosión desde el lunes, tiene graves problemas de refrigeración, ha producido una fusión parcial del núcleo y su sistema de contención está dañado, por lo que ha expulsado partículas radiactivas a la atmósfera, lo que junto al escape del reactor 2 ha elevado los niveles de radiación hasta los 100 milisievert por hora, por lo que las labores de refrigeración se han parado hasta que desciendan dichos niveles.

En este reactor se han medido tasas de dosis muy elevadas (400 milisievert) junto a una de las paredes del edificio del reactor. Estos valores podrían estar relacionados con la situación en la que se encuentra el núcleo del reactor, que está descubierto, con su recinto de contención o con el estado de la piscina de combustible tras la deflagración sufrida.

El 4, en estado crítico

Por su parte, el reactor 4, que se encuentra en estado "crítico", según la compañía TEPCO. Desde ayer se han producido dos incendios y la piscina que enfría las barras de combustible está completamente vacía.

Tal es la situación que el Gobierno ha ordenado a la empresa inyectar agua en la piscina "tan pronto como sea posible para evitar un desastre nuclear importante".

Aunque las llamas en el reactor 4 fueron controladas rápidamente, la detonación provocó dos orificios de ocho metros cuadrados en el muro del edificio exterior del reactor, dejando en contacto con el aire la piscina de combustible. Además, el techo se ha agrietado.

En resumen, se estima que un 70% de las barras de combustible nuclear han resultado dañadas, de las que un 33% pertenecen al reactor 2. Además, se cree que los núcleos de los reactores se han fusionado parcialmente ante la falta de refrigeración.

Medidas contra la radiación

Ante el aumento de la radiación y pese a que las autoridades han permitido niveles de hasta 250 milisievert para los trabajadores, la central obligó a evacuar a los últimos empleados que permanecían en el recinto, que regresaron horas después. En total son 50 trabajadores los que entran que se van rotando cada cierto tiempo para no verse demasiado expuestos a la radiación. Durante ese tiempo, las operaciones para enfriar los reactores se paralizaron.

Un helicóptero ha estado sobrevolando la zona con carga de agua para poder enfríar el reactor dañado, pero los altos niveles de radiactividad han impedido cumplir el objetivo. El segundo intentó se realizará con cañones de agua apuntando directamente a los reactores.

Las medidas tomadas por el Gobierno de momento han incluido la evacuación de los ciudadanos en un radio de 20 kilómetros, el establecimiento de una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros y la petición a los vecinos de Fukushima que se queden en casa y no salgan a la calle.

Pero, los problemas no sólo parten de la central. La escasez de energía tras el seísmo ha obligado a realizar cortes de luz en determinadas horas del día, momentos en los que el sistema informático utilizado para medir la propagación de la radiactividad en torno a Fukushima deja de funcionar.

La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa no cuenta con que el sistema vuelva a funcionar al cien por cien, puesto que muchos de los puntos de medición no funcionan por culpa de los cortes de energía.

En este contexto, el jefe del Gabinete japonés, Yukio Edano, ha admitido que podría ser necesario la ayuda de terceros países. Así, ha barajado la posibilidad de solicitar la intervención de las fuerzas militares estadounidenses para atender la emergencia, desatada tras el terremoto de nueve grados en la escala de Richter que el pasado viernes azotó la costa nororiental.

A pesar de esta advertencia, Edano ha dicho que los niveles de la radiación liberada a la atmósfera, no suponen un riesgo inmediato para la salud. También ha solicitado a la población que mantenga la calma y frene la compra compulsiva de combustible, ya que esto podría provocar un desabastecimiento general que empeoraría la ya de por sí grave situación que atraviesa el país.

Por su parte, el emperador de Japón, Akihito, se ha dirigido en un discurso televisado al país. Cinco días después del grave seísmo y posterior tsunami, ha pedido calma. A través de la cadena de televisión pública NHK, Akihito, de 77 años, ha dicho al pueblo nipón que reza por "el bienestar del máximo número de supervivientes posible tras el desastre". A su vez, ha explicado que los problemas en los reactores nucleares de Japón son impredecibles.

chernobil y fukushima

Chernóbil explotó por dentro

El 26 de abril de 1986 se decretó el nivel de alerta 7 tras la explosión del reactor número 4 de la central de Chernóbil, en Ucrania (que entonces pertenecía a la URSS). Esta es la principal diferencia entre el accidente de Chernóbil y el de Fukushima. En Japón todavía no se ha dado el caso de una explosión de ese calibre en el núcleo de un reactor nuclear.

Francisco Calviño, experto en energía nuclear, descartaba que en Japón pudiera ocurrir algo similar a Chernóbil y aclaraba la principal diferencia en un encuentro digital en 20minutos.es: "Chernóbil sufrió una gran explosión incontrolada con el reactor prácticamente en marcha".

Además, fue el propio equipo que operaba en la central ucraniana el que causó (de manera no intencionada) el desastre, mientras que en Japón, un fuerte terremoto de 9 de magnitud en la escala Richter dejó sin suministro eléctrico a Fukushima y el posterior tsunami dañó los generadores diesel que suministran energía eléctrica a la central cuando esta deja de recibirla del exterior. Esto desencadenó en una serie de explosiones de hidrógeno que afectaron a la estructura exterior de los reactores, pero que según el portavoz de la Agencia de Seguridad nipona no han llegado a destruir totalmente a los núcleos, aunque no descartan filtraciones desde las vasijas de contención.

En Chernóbil la explosión del reactor se produjo cuando estaba en pleno funcionamiento, mientras que en Fukushima las unidades 1, 2 y 3 se detuvieron inmediatamente después del terremoto de hace poco más de un mes.

Muertes por radiación

Según el portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, Hidehiko Nishiyama, nadie ha muerto por exponerse a las radiaciones que emanan de Fukushima, mientras que en Chernóbil perecieron unas 30 personas por exposición directa, al tiempo que el reactor soviético explotó, algo que no ha ocurrido en el caso japonés.

Según Nishiyama, las emisiones de yodo 131 desde el inicio de la crisis superan los 10.000 terabecquerel (unidad que mide la actividad radiactiva), un 10% de los cientos de miles de terabecquerel que se emitieron en Chernóbil. La radiación, pese a ser alta, dice Nishiyama, permite que los operarios trabajen para enfriar y estabilizar los reactores, aunque aún se desconoce cuándo podrán tener la situación bajo control.

Evacuación del área afectada

Las autoridades soviéticas comenzaron a evacuar la población de las cercanías de la central de Chernóbil 36 horas después del accidente. Un mes más tarde, todos los habitantes que habían vivido en un radio de 30 kilómetros de la central habían sido desplazados. Sin embargo, la radiación afectó a una zona mucho mayor que el área evacuada.

En Japón, el radio de evacuación aumentó, al día siguiente del accidente, de 10 a 20 kilómetros, y las autoridades niponas llevaron a cabo un plan de emergencia (algo que no se hizo en Chernóbil) para intentar prevenir, en mayor medida, la exposición de la población a los materiales radiactivos.

"Lo primero fue distanciar a las personas de la fuente emisora de radiación (la central nuclear), seguido por la administración profiláctica de yoduro potásico", explica Rafael Herranz, jefe de Oncología Radioterápica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El Gobierno también advirtió en un primer momento a los ciudadanos de no ingerir agua del grifo o cualquier alimento procedente de la zona cercana a Fukushima, así como no salir de casa y no abrir las ventanas para no estar en contacto con el aire.


Para el doctor Herranz, las medidas tomadas por el gobierno nipón ante la fuga de materiales radiactivos de la central de Fukushima "han sido ejemplarizantes".

"La prevención en Chernóbil fue mucho menor que en Japón", comenta Herranz, quien asegura que ese fue el motivo de que los efectos de la radiación en la población fuesen devastadores.

Este lunes, el Gobierno nipón decidió, además, que ampliará las zonas de evacuación a otras zonas fuera del perímetro de 20 kilómetros desde la central, entre ellas el pueblo de Iitate a 40 kilómetros de distancia.


La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón decidió este martes elevar la gravedad del accidente nuclear de Fukushima de 5 a 7, el máximo en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES), equiparándolo con el ocurrido en Chernóbil en 1986, que hasta ahora era el único caso de accidente grave.

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón ha justificado este nuevo nivel de alerta por las grandes cantidades de sustancias radiactivas que la central de de Fukushima 1 (o Daiichi) ha estado liberando a la atmósfera, que se corresponden con el nivel 7 de la escala INES. Este nivel se establece cuando se produce la liberación al exterior de materiales radiactivos con amplios efectos para la salud y el medio ambiente, y requiere la aplicación prolongada de contramedidas.

No obstante, el portavoz de la agencia, Hidehiko Nishiyama, destacó que ambos accidentes tienen elementos diferentes y que las emisiones al exterior de Fukushima equivalen hasta ahora al 10% de las liberadas por el reactor 4 de Chernóbil (Ucrania).

JESUS PIEDRA ESCALANTE


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